ELLA(L)

Porque un tequiero no consuela pero reconforta. Porque la vida es para vivirla. Porque solo puedes tirarte al vacío sabiendo quien estará ahí para salvarte. Porque no estas ni estarás sola jamás. Porque a veces las piedras del camino son demasiado grandes, pero solo con el impulso de un amigo se pueden saltar. Porque hay adioses que son un hasta luego. Porque cuando todo es negro, solo tú puedes encontrar la luz . Porque un siempre sincero es la eternidad. Porque una de tus sonrisas merece un mundo. Porque tú sabes lo que es seguir adelante con el mundo entero en contra. Porque lo que no nos mata nos hace más fuertes...Pero sobre todo, porque confío en ti. Y puede que esto no sea suficiente.. pero quiero que sepas, que por ti siempre y que contigo al fin del mundo. Ante todo, porque eres mi mejor amiga.:D

21/12/11

Ética.♥

Si me das a elegir obligadamente entre las penas de la vida y los placeres de la muerte, elijo sin dudar las primeras... ¡precisamente porque lo que me gusta es disfrutar y no perecer! No quiero placeres que me permitan huir de la vida, sino que me la hagan más intensamente grata.Y ahora viene la pregunta del millón: ¿cuál es la mayor gratificación que puede darnos algo en la vida? ¿Cuál es la recompesa más alta que podemos obtener de un esfuerzo, una caricia, una palabra, una música, un conocimiento, una máquina, o de montañas de dinero, del prestigio, de la gloria, del poder, del amor, de la ética o de lo que se te ocurra? Te advierto que la respuesta es tan sencilla que corre el riesgo de decepcionarte: lo máximo que podemos obtener sea de lo que sea es alegría. Todo cuanto lleva alegría tiene justificación (al menos desde un punto de vista, aunque no sea absoluto) y todo lo que nos aleja sin remedio de la alegría es un camino equivocado. ¿Qué es la alegría? Un "sí" espontáneo a la vida que nos brota de dentro, a veces cuando menos lo esperamos. Un "sí" a lo que somos, o mejor, a lo que sentimos ser. Quien tiene alegría ya ha recibido el premio máximo y no echa de menos nada; quien no tiene alegría -por sabio, guapo, sano, rico, poderoso, santo, etc., que sea- es un miserable que carece de lo más importante. Pues bien, escucha: el placer es estupendo y deseable cuando sabemos ponerlo al servicio de la alegría, pero no cuando la enturbia o la compromete. El límite negativo del placer no es dolor, ni siquiera la muerte, sino la alegría: en cuanto empezamos a perderla por determinado deleite, seguro que estamos dispuestos con lo que no nos conviene. Y es que la alegría, no sé si vas a entenderme aunque no consigo explicarme mejor, es una experiencia que abarca placer y dolor, muerte y vida; es la experiencia que definitivamente acepta el placer y el dolor, la muerte y la vida.

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